“En los últimos años ha habido un crecimiento exponencial tanto del comercio ilegal como del crédito informal. Hay un desafío muy importante de las futuras autoridades”, dijo el vicepresidente ejecutivo del gremio.
—Como un año de recuperación. Así catalogan desde el Retail Financiero este 2021. La morosidad está en mínimos históricos y el consumo ha repuntado con fuerza. Pese a este positivo escenario, la preocupación está puesta en el segundo semestre de 2022, año que los expertos han anticipado como más complejo, con un menor crecimiento económico.
Claudio Ortiz, vicepresidente ejecutivo del Retail Financiero, conversó con Pulso y dijo que uno de los grandes desafíos de quien asuma la presidencia en marzo será retomar el crecimiento del mercado de capitales y el ahorro. Otro punto que enfatiza que será relevante para las futuras autoridades es el crecimiento del comercio ilegal y qué se hará al respecto.
¿Cómo ha evolucionado la industria de los medios de pago electrónicos en la pandemia?
-Hasta antes de la pandemia en números gruesos, las estimaciones que teníamos es que del total de las transacciones en la economía chilena se hacía un 50% usando medios de pago electrónicos y el otro 50% con efectivo. Tras la pandemia, estimamos que esos números crecieron en torno al 60%. Incluso me atrevería a decir que podemos llegar hasta un 65%, versus los países de la OCDE en que el promedio que tenían prepandemia era de un 85% del uso de medios de pago electrónicos. Uno de los más adelantados era Dinamarca, que prepandemia tenía un 95% de su economía usando medios de pago electrónicos. Si estamos entre 60%-65% tenemos un largo camino por recorrer. Creo que de acá a unos 15 años podernos hacer real esta promesa del fin del efectivo, y esto es muy importante no por un tema caprichoso, hay que mirarlo bajo la lógica de que la masificación de los medios de pago electrónicos trae al menos siete importantes beneficios para nuestra economía.
¿Cuáles serían esos beneficios?
-En primer lugar esto genera una mayor eficiencia en la economía. En segundo lugar da una mayor seguridad a las personas. También otorga mayor seguridad a las empresas. Esto trae menores costos de transacción, al no tener que manipular efectivo. Hay un menor gasto público. Hay un ahorro importante de no fabricar dinero. En sexto lugar, es una buena noticia para el SIL ya que mejora la fiscalización. Por ende, contribuye a una mejor recaudación tributaria. Como séptimo beneficio está que damos una mayor formalidad a nuestra economía.
¿Qué le falta a nuestro país para llegar al fin del efectivo? Porque Dinamarca claramente es un país mucho más avanzando que el nuestro…
-Me atrevería a decir a que no hay una bala de plata. Hay un conjunto de medidas para avanzar en esa dirección. Me atrevería a decir entre 7 y 8 importantes habilitantes para lograr este propósito. Mientras más desarrollamos la economía digital, es clave la protección de los datos personales. En esto no solo hay que masificar la economía digital, sino que también hay que tomar los resguardos para que genere confianza entre las personas. Se requiere avanzar en la ley de ciberseguridad. Creemos que ha llegado el momento de avanzar en el domicilio legal electrónico de las personas. Todo se hace por correo electrónico. También es clave avanzar en la firma electrónica avanzada. Tenemos que avanzar con los estados de cuenta digitales. Como sexto tema, tenemos que avanzar en la identidad digital como un todo. Como séptimo punto es clave el avanzar, que ya se aprobó en la cámara, el proyecto de ley Fintech, que va a ser un habilitante importante. El octavo punto es que necesitamos una masificación real de internet en todo el país.
¿Cómo le ha ido a la industria este año? ¿Qué han debido hacer para enfrentar el nuevo escenario que trajo la pandemia?
-Este 2021 lo catalogaría como un año de recuperación. Este año nos permitió dejar atrás la crisis vivida el año anterior y lo vemos como un año de recuperación, donde el consumo ha mejorado mucho. Vamos a terminar con indicadores en materia de ventas minoristas con crecimiento superior al 27%. En el ámbito de los indicadores del retail financiero la morosidad ha bajado considerablemente. Según datos oficiales la morosidad a 30 días está bajo el 7%, ese número es históricamente bajo. Las colocaciones de crédito han estado contenidas y con tendencia a la baja. Este año si bien es cierto es un año de recuperación, pero hay que tener claro en que es un año anormal, producto del exceso de liquidez. Nuestra preocupación es cómo va a ser el comportamiento el próximo año. Nos preocupa principalmente el segundo semestre de 2022, porque estimamos que el primer semestre todavía vamos a tener las réplicas de la mayor liquidez de 2021.
¿Pero se recuperaron los niveles prepandemia?
-Tenemos en lo que es el retail financiero dos importantes indicadores. Desde el punto de vista de la morosidad tenemos datos históricamente bajos. Números mucho mejor que la morosidad que teníamos prepandemia. Normalmente el monto de morosidad a 30 días ha estado en torno al 9%. En este minuto los números oficiales es menos del 7%. Este es un número mucho mejor que la etapa prepandemia, pero hay que analizarlo en el contexto en que hemos tenido un año con gran liquidez.
¿Cuáles son los temas que más les preocupan teniendo en consideración la agenda del Congreso y el escenario electoral?
-Por nuestro quehacer el gran tema que monitoreamos y que nos preocupa es el comportamiento del empleo y, en particular, del empleo formal. Es uno de los desafíos más relevantes, porque la industria crediticia está indexada a cómo es el comportamiento del mercado laboral formal. En el ámbito regulatorio tenemos una importante avalancha regulatoria sobre la industria de los medios de pago. Estarnos en este minuto en todo un proceso de fijación de la tasa de intercambio. De aquí a marzo el comité que está analizando esa tasa debiera fijar un límite transitorio y eso va a generar toda una reacción del mercado. En segundo lugar, nos interesa ver qué va a pasar con el proyecto de ley que regula las Fintech. La Cámara de Diputados lo tramitó ágilmente. Creemos que en el Senado debiera analizarse en mayor profundidad el capítulo de finanzas abiertas. Además, nos preocupan algunas iniciativas legales que están dando vuelta en el Congreso y que tienen que ver con regulación de tasa máxima convencional, y son temas que no sabemos en qué van a terminar.
Ante este nuevo contexto económico y político. ¿Cuáles son las perspectivas de la industria y como analizan el 2022?
-Dentro de los temas que hemos conversado que tienen que ver con modernidad, mayor eficiencia y economía digital son temas que en el futuro Parlamento debería haber una positiva expectativa de alcanzar acuerdos. No encuentro que haya debates que determinado partido diga que quiere seguir en la economía del papel, y otros que digan yo quiero avanzar en economía digital. Creo que hay un gran acuerdo que todos queremos avanzar en estas materias. El debate debería ser más bien de índole técnico más que político. Uno de los temas que vemos dado lo que está pasando y creo que es un dato, y da lo mismo si gana un candidato u otro, y es que el crédito se está encareciendo, y eso es una mala noticia para las personas. Primero se nota más con los créditos hipotecarios y con cierto rezago empieza a pegar en los créditos de consumo de corto plazo. El gran desafío de quien gobierne desde marzo, es cómo retomar el crecimiento del mercado de capitales, como retomar el ahorro, para permitir volver a lo que estábamos acostumbrados de acceder a tasas infinitamente bajas y créditos de largo plazo. El gran desafío es cómo repotenciar el mercado de capitales, y retomar la senda del ahorro que tenía nuestro país. Los ahorros los hemos venido gastando. Tenemos ese gran desafío.
¿Cuáles son sus preocupaciones para 2022?
-Uno de los grandes desafíos es que ha habido una degradación importante del comercio formal. Dentro de las preocupaciones es qué va a pasar con el comercio ilegal. Qué está pasando y qué va a pasar con los créditos informales, porque son dos mercados en paralelo. Primero, el comercio informal que uno ve sobre todo en la zona céntrica de Santiago. Para los comerciantes formales, la pregunta del millón es en qué condiciones quedan frente a una pasividad ante el crecimiento del comercio ilegal. Pero, igualmente grave es el avance del mercado de crédito ilegal, que como es intangible cuesta más constatarlo. Eso existe. Tenemos un catastro de empresas que entregan créditos informales y que otorgan sus servicios a través de la web. En los últimos años ha habido un crecimiento exponencial tanto del comercio ilegal como del crédito informal. Hay un desafío muy importante de las futuras autoridades.
¿Es un tema a poner foco entonces pensando en el próximo gobierno?
-La gran pregunta ante esta informalidad del comercio la pregunta es quién se preocupa de la recaudación tributaria de ese tipo de comercio. ¿Se actúa pasivamente y se deja que esto se desarrolle? Hay personas que lo único que plantean es subir los impuestos, cuando tenemos una porción de nuestra economía que está en el ámbito de la informalidad. Ahí hay un bolsón de evasión tributaria importante.
¿Qué le pareció la aprobación del veto presidencial con respecto a la ley proconsumidor con respecto a la indicación que prohibía los descuentos asociados a un medio de pago?
-En el proyecto de ley aprobado en el Senado quisiera destacar que contiene más de 30 reformas que van en favor de los consumidores. En favor del mercado en general. Es un muy buen cuerpo legal el que se acaba de aprobar. Respecto a la observación que hizo el presidente de la República con respecto a un artículo en particular que tiene que ver con los descuentos, creo que el veto regula ese tema de mejor manera, lo cual es una buena noticia para las personas. El Senado termina defendiendo una de las directrices más importantes con respecto al derecho del consumidor, que es el derecho a la libre elección. (La Tercera)