Señor Director:
Nuestro país está viviendo un complejo escenario producto de las consecuencias sanitarias y económicas que ha traído aparejada la pandemia. Junto con los desafíos en materia de salud, han quedado en evidencia deficiencias en diversos ámbitos, entre ellos la urgente democratización de acceso a internet, como también la necesaria digitalización de trámites públicos y privados.
Una de las iniciativas que es esencial reimpulsar en este nuevo contexto es el domicilio legal electrónico. Esta medida, de muy bajo costo y de alto impacto país, resolvería múltiples problemas que tienen organismos públicos y empresas para contactar a tiempo a los ciudadanos. En el caso de las compañías, podría facilitar el envío de información formal y para el Estado se simplificaría la contractibilidad, agilizando la entrega de información oportuna y además disminuyendo los costos, todo lo cual conlleva mayores de grados de eficiencia.
Los abruptos cambios que ha vivido la sociedad chilena nos obligan a pensar en soluciones que se adapten a la nueva realidad y necesidades que surgen tras esta crisis sanitaria. Lo que hace un tiempo se veía como una discusión necesaria, pero no urgente, hoy ha tomado un nuevo cariz. Ya no hay tiempo para seguir esperando, es momento de pensar qué cambios disruptivos pueden favorecer la contactabilidad entre las instituciones y las personas para mejorar la calidad de vida de todos los chilenos.
CLAUDIO ORTIZ T., Vicepresidente ejecutivo Retail Financiero (El Mercurio)