El vicepresidente del gremio, Claudio Ortiz, sostiene además que el Comité encargado de la fijación de la tasa, debería ver una ampliación de su mandato para revisar todos los cobros asociados a las transacciones con tarjetas.
En pleno proceso de reorganización industrial. Ese es el estado en el que se encuentran hoy los medios de pago en Chile, según Claudio Ortiz, vicepresidente del Retail Financiero. Y es que la fricción entre los distintos actores que conforman el ecosistema de pagos en el país sólo ha ido creciendo, ad portas de que próximamente el Comité para la Fijación de Tasas de Intercambio, creado por ley, defina las comisiones máximas que las marcas de tarjetas pueden cobrar.
¿Cuál es la sugerencia de su gremio para el Comité en el proceso de fijación de las tasas?
-El proceso de fijación de la tasa máxima de intercambio necesariamente tiene que tener una mirada de conjunto. Incluso, probablemente, la facultad que se le delegó al Comité de Fijación de Tasa de Intercambio debiera revisarse, y ampliar la facultad para poder revisar el conjunto de las variables, porque al concentrarse solo en una, el mercado tenderá a hacer los ajustes respecto de las otras. Necesitamos ir en búsqueda de un equilibrio de mercado que permita a algunos bajar los costos y a otros tener los incentivos para incrementar la oferta en materia de medios de pago. Esto es fundamental para el futuro de la economía, porque detrás de esto están en juego aspectos relevantes en términos de productividad y eficiencia. Esto no hay que mirarlo como un hecho aislado. El debate se ha centrado en un aspecto, que es la rebaja de los costos para algunos actores, obviándose el efecto dominó que podría desencadenar una rebaja pronunciada de la tasa de intercambio.
¿Su principal preocupación es que se baje demasiado la tasa?
-A nuestro juicio, a diferencia de lo que ha ocurrido hasta el momento, la discusión debiese ser encauzada hacia la búsqueda de un equilibrio que permita la masificación de los medios de pago y poner fin al uso del efectivo, con el consecuente beneficio para los consumidores. Se ha especulado mucho respecto al beneficio que una rebaja en las tasas de intercambio traería para los consumidores, pero en la práctica no existe evidencia internacional que logre avalar esto. Si la fijación de la tasa intercambio queda en niveles muy bajos, podría promover una mayor concentración de la oferta de los medios de pago, afectando a la competencia y a los consumidores.
¿Eso quiere decir que la tasa de intercambio como está hoy les parece adecuada?
-Estamos en el medio de un proceso de transición desde el modelo de tres partes al de cuatro partes, hay que darle espacio al mercado para que pueda ajustarse a partir del reciente cambio que hubo en la tasa. No hay que olvidar que el comité fija la tasa máxima, pero el mercado actúa a continuación. Mientras estamos en este proceso, con la sola aprobación de la Ley Fintech, se dio inicio a un nuevo sistema, que son los iniciadores de pago. ¿Qué significa eso? Estamos iniciando el camino para avanzar hacia el modelo de dos partes, o sea transferencias directas, ya no de cuatro partes, y esas transferencias ya no pasarán por las marcas. Es como estar discutiendo la regulación de la telefonía fija cuando ya había partido la telefonía celular. Por ello, nuestro llamado es a dar espacios para que el mercado se asiente, y la regulación a nuestro juicio, más que liderar el cambio, debe corregir lo que no puede corregir el mercado.
¿Hacia qué aspectos deberían ampliarse las facultades del Comité?
-Debería tener una mirada hacia el resto de las variables que componen el merchant discount. Son numerosas variables que componen el ecosistema y creo que es un error concentrarse solo en la fijación de una de estas variables. El mandato del legislador hacia el Comité es tomar medidas para permitir la masificación de los medios de pago electrónicos. A la larga, tenemos que buscar un equilibrio que permita la masificación del uso de los medios de pago. Estamos en un promedio país del 60% en el uso de medios de pago en relación al efectivo; en los países más desarrollados están entre el 85% y el 95%, tenemos mucho camino por recorrer.
¿Pero cuánto es una rebaja que ustedes consideran que podría generar problemas: 20%, 30%?
-Prefiero no pronunciarme en propuestas concretas de rebajas, porque son temas que tiene que decidir libremente la autoridad.
Sin embargo, ustedes deben tener calculado un umbral bajo el cual se frena el proceso de expansión de los medios de pago.
-Es un tema que nos inquieta y preocupa, y sobre todo, nos preocupa enormemente el incentivo para la incorporación de nuevos actores, y lo que pase con los oferentes de medios de pago de menor tamaño. Los actores pequeños cumplen un rol importante dentro de nuestra economía.
¿En qué están sus representados respecto de este tema?
-Están siguiendo el proceso, lo hemos asumido y hemos sido colaboradores para la mejor implementación. Lo que sí quiero destacar es que nuestro mercado tiene que hacerse cargo de la implementación de otros cuerpos regulatorios que corren por el lado y terminan afectando sus ingresos o generando mayores costos, que se suman a los menores ingresos que tendríamos si se baja la tasa de intercambio.
¿Eso significa que si se reduce la tasa de intercambio los emisores de tarjetas del retail subirían tasas para compensar la pérdida de ingresos?
-Absolutamente, se traduce en tasa. Y cuando estás con los emisores más pequeños, que son los que están más expuestos hacia los segmentos de menores ingresos y por ende de mayor riesgo, están trabajando normalmente con tasas máximas, por lo que la posibilidad de recuperar ingresos es más difícil.
¿La fijación de una tasa de intercambio por parte del Comité, reduciría la judicialización del tema?
-Nosotros no nos hemos hecho parte en ello, somos actores que reciben los efectos colaterales de ello. Esperamos que esto se termine. Uno de los principales hitos de los tribunales es sobre el actuar de los emisores que participan en el mercado y que a su vez son parte de la propiedad de una empresa adquirente. Pero los tribunales y otros actores se olvidan que la mayoría de los emisores de crédito no son parte de la propiedad de esta empresa. Cualquier decisión que se tome pensando en este doble rol de algunos actores, afecta a todos los otros que no tienen ese doble rol. (Latercera.com)