El veto aprobado busca eliminar la última frase de un artículo en la ley en que se prohibía entregar descuentos exclusivos asociados al uso de ciertas tarjetas de pago administradas por el proveedor o un relacionado.
El proyecto de ley proconsumidor sufrió cambios relevantes en la sala de la Cámara de Diputados, toda vez que se aprobó un vete sustitutivo ingresado por el Ejecutivo para modificar una polémica normativa. El texto del proyecto incluía una frase al interior de un artículo ingresado por el diputado Karim Bianchi (independiente), el cual prohíbe entregar descuentos exclusivos asociados al uso de ciertas tarjetas de pago administradas por el proveedor o un relacionado, afectando el acceso al crédito u ofertas de determinadas tiendas comerciales.
Sin embargo, el Ejecutivo ingresó el veto el pasado 24 de agosto, en el cual argumentaba que “restringirla posibilidad de que los emisores de tarjetas no bancarias compitan a través de descuentos, eliminaría la principal herramienta de competencia que poseen los actores de este mercado. Por ello, estas tarjetas perderían total distinción, deteriorando la posibilidad de diferenciación entre los distintos actores del mercado, cuestión que es clave para fomentar la competencia en los mercados”.
Y agregaba: “Los perjudicados en última instancia serán los consumidores, quienes enfrentarán menos ofertas y peores condiciones a la hora de comprar bienes o servicios con tarjetas de pago. En este sentido, parte importante de los descuentos que observamos al día de hoy se verían prohibidos y disminuirían considerablemente, tanto en cantidad como en monto”. “La prohibición de estos descuentos no son sobre bienes de lujo, sino que afectarían directamente la posibilidad de que gran parte de los chilenos pueda adquirir bienes que son de primera necesidad a mejores precios, tales como los medicamentos, alimentos en supermercados y otros establecimientos, atención de salud en centros médicos, dentales y clínicas”, entre otros, argumentaba el veto.
Así, el artículo aprobado tras la aprobación del veto, ahora dice que “el proveedor de productos o servicios financieros no podrá restringir o condicionar que la compra de bienes o servicios de consumo se realice exclusivamente con un medio de pago administrado u operado por el mismo proveedor, por una empresa relacionada o por una sociedad de apoyo al giro”. Con esto, se elimina la última frase que señalaba la prohibición de realizar ofertas vinculadas a un medio de pago en tarjetas no bancarias. Y es que incluso si el Senado rechaza el veto -lo que implica que 2/3 de los senadores voten en contra-, el texto definitivo quedará como está actualmente la ley del consumidor, sin la polémica prohibición.
El ministro de Economía, Lucas Palacios, ya había señalado que “esta norma en particular no es buena ni para los consumidores ni para las pymes. Confunde dos conceptos que son fundamentales: uno es la tarjeta o los medios electrónicos como forma de pago, y otra la tarjeta como medio de financiamiento. Por ello las soluciones tienen que ser diferentes”. Tras la aprobación en la sala, ahora deberá ser votado en el Senado. De ser aprobado, el proyecto se transforma en ley y se devuelve al Presidente de la República para su promulgación. El proyecto de ley aborda distintas materias, además del polémico artículo. Entre otras, trata sobre la ampliación de los meses de garantía de 3 a 6, mejoras en las condiciones de cambios o cancelación de pasajes aéreos, el derecho a retracto en compras electrónicas, clarifica el derecho del consumidor para optar por la devolución o reposición del bien si después de la reparación subsisten las deficiencias, etc. (La Tercera)